Los secretos internos para Dedicatoria De Un Libro salen a la luz

dedicatoria de un libro

El nombre de ciertos escritores de primera línea también ha estado mezclado con los de escritores de nivel medio o bajo, que pretendían obtener honores o intereses por sus obras por medio de la adulación. De esta forma por servirnos de un ejemplo, Pierre Corneille más de una vez puso su pluma para explicitar alabanzas a la gente a quienes pensaba pedir el patrocinio, y en algunos casos, exagerando hasta la Hipérbole. Por servirnos de un ejemplo, en su «Epístola a Monsieur de Montoron», que fue a quien dedicó la obra Cinna , llegó al radical de cotejar al personaje con el propio César Augusto, lo que fue muy comentado y criticado en los círculos de letras. Esa vigilada y exagerada dedicatoria, se considera que le costó a su dedicatario quizás ciertos cientos o algunos cientos de pistoles (nombre en francés dado a una moneda de oro española, y que también dio nombre a otras monedas de valor similar).

Surgieron como pequeñas cartas en que el creador agradecía a su mecenas y al unísono aprovechaba el prestigio social del mecenas para obtener protección social y dotar de cierta legitimidad a su obra. De hecho, se cree que la primera dedicatoria es la de Virgilio, en Las Geórgicas, para Mecenas, nombre que se transformó, por antonomasia, en el de todos y cada uno de los benefactores. El panegírico del mecenas es dejado de lado a principios del siglo XVII –según explica el hispanista José Manuel Martín Morán en un producto sobre las dedicatorias cervantinas– en el momento en que comienza la “emancipación” del creador. Una emancipación que consigue, entre otras muchas cosas, a las ingeniosas dedicatorias de nuestros días.

Dedicatorias De Libros

“A lo largo de varios años le escuché a Álvaro Mutis su emprendimiento de redactar el viaje final de Simón Bolívar por el río Magdalena”, cuenta García Márquez. “Cuando publicó El Último rostro, que era un fragmento adelantado del libro, me pareció un relato tan maduro, y su estilo y su tono tan refinados, que me preparé para ojearlo completo en poco tiempo. No obstante, un par de años más tarde tuve la impresión de que lo había echado al olvido, como nos ocurre a muchos escritores aun con nuestros sueños más amados, y sólo entonces me atreví a pedirle que me dejara escribirlo. Fue un zarpazo certero después de un acecho de diez años. Jomí García Ascot y María Luisa Elío eran una pareja de esposos catalanes que acostumbraba a conocer la casa de García Márquez durante la escritura de Cien años de soledad. En ese entonces Gabo y su familia vivían en Ciudad de México, en el vecindario de San Ángel Inn.

• El libro, igual que la página web, no incluye más que el puro texto de las dedicatorias, sin advertencias alguna sobre autores o libros.

La iniciativa para este libro me fue sugerida por un niño en un instituto que había ido a visitar, quien me solicitó que escribiera un libro llamado El castillo ambulante. Escribí su nombre, y lo guardé en un espacio tan seguro que no fuí capaz de encontrarlo. A mi mujer Marganit, y a mis hijos Ella Rose y Daniel Adams, sin los que habría podido acabar este libro dos años antes. Para Anna, que abandonó El Señor de los Anillos para leer este libro. Y para Elinor, que me prestó su nombre, más allá de que no lo necesitaba, para una reina elfa. Otros autores latinos tradicionales como Horacio y Virgilio, dedicaron ciertas de sus obras a Mecenas , un noble de roma de origen etrusco, que fue cómplice y asesor político.

“Dedico este libro a mis contrincantes, que tanto me han ayudado en mi carrera.” Camilo José Cela, en su novela La familia de Pascual Duarte. “Dedico este libro a mis contrincantes, que me han ayudado en mi carrera”.

Al pie del libro cuando nadie se preocupaba por mis libros”. Pide a unos cuantos personas que lean la dedicatoria.

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“Para Elvira, que tenía tantas ganas de leer este libro.” Antonio Muñoz Molina, en su libro Plenilunio. “A Carrie White, que no sobrevivió al instituto. A los que sí lo hicieron.” Laura Fernández en su libro La chica zombie. Carrie White es la protagonista de la novela de Stephen King “Carrie”, que entonces ha sido llevada al cine.

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“María Luisa Elío, con sus vértigos clarividentes, y Jomi García Ascot, su marido, paralizado por su estupor poético, escuchaban mis relatos improvisados como señales cifradas de la Divina Providencia. Así que jamás tuve dudas, desde sus primeras visitas, para dedicarles el libro”, escribe García Márquez en un producto publicado en El País el 15 de julio del 2001 (“La odisea literaria de un manuscrito”). En el mes de febrero de 1952, García Márquez recibió una carta por parte de Guillermo de Torre, presidente del consejo editorial de la Editorial Losada, donde le informaba que su novela La hojarasca había sido rechazada y le sugería al joven escritor que buscara otro oficio. Gabo quedó destrozado por numerosos días, cocinándose en una rabia contenida. Fueron sus amigos del célebre Grupo de Barranquilla quienes le ayudaron a recobrar la seguridad en su prosa. Alfonso Fuenmayor le comentó que Guillermo de Torre era un intelectual que no sabía bastante de la novela de hoy y Álvaro Cepeda Samudio lo apoyó en los insultos, aduciendo que los españoles eran muy bárbaros. Varios escritores optar por comenzar con “A”, “Para” o “En memoria de”.

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Las proposición de grado y otros trabajos académicos de envergadura como indagaciones, monografías y demás, también acostumbran a llevar dedicatorias. Te enseñamos qué es una dedicatoria, su origen y de qué forma se clasifica. Además de esto, cuáles son sus peculiaridades generales y algunos ejemplos. El presente trabajo es destinado a mi familia, a mi mujer y a mis hijos quienes han sido parte fundamental para escribir este libro, son quienes me dieron grandes enseñanzas y los primordiales personajes principales de este “sueño alcanzado”. Aunque las dedicatorias escritas no tienen una estructura única, se destaca que cumplen con las reglas básicas de la gramática, o sea, tienen una estructura definida, con una introducción, un avance, y una conclusión. A diferencia de Antoine mismo, quien solo vivió 44 años, aquel por cuya supervivencia se preocupó tanto, Léon, murió bien entrados sus 70.

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